jueves, 6 de diciembre de 2012

Día primero, de Bogotá a Leticia- Tabatinga

Mi nombre Es Fabián Miguel Puerta, Comunicador Social y Periodista, oriundo de Supía Caldas, pero con varios años viviendo en la capital colombiana. Me aventuro a escribir poemas y ahora un nuevo reto, llegar a Rio de Janeiro en Brasil por Tierra, Agua y Aire con poco dinero.

Mañana 25 de Noviembre de 2011 saldré de Bogotá a Leticia en el vuelo de Aires (que fue el más económico- 175 mil pesos por persona, comprándolos con 8 días de anticipación) junto a mi novia a las 12:15 p.m. esperando llegar a las 2:15 a Leticia en el departamento del Amazonas colombiano.

Los días Bogotanos se han tornado lluviosos y fríos, por ello se convierte en una aventura sin salir del país, debido a que el cambio de clima nos puede afectar.

Mi idea de conocer Brasil, que entre almohadas sé que mis sueños me atacaron para que lo conociera, el presupuesto es poco y la imagen de su tierra me motivan a no olvidar que este era mi destino.

Les contaré cómo llegar, las personas y costumbres que encontremos en el camino, los precios, curiosidades, comidas y por supuesto, el paisaje que poco podrán describir mis palabras.

El recorrido a realizar:

Bogotá - Leticia 25 de Noviembre.
Leticia- Manaus (Barco)
Manaus- Rio de Janeiro (Avión)



miércoles, 5 de diciembre de 2012

Día dos TRÁMITES EN LETICIA Y TABATINGA.


Hemos llegamos a Leticia, al bajar del avión invitan a los residentes de la ciudad a entrar por una puerta que está más próxima al avión y a los turistas (como es mi caso) a pasar por la otra puerta, esto con el fin de cobrar el impuesto turístico que tiene un costo de 18 mil pesos colombianos, algunos se las ingenian para filtrarse por la primera, criterio de cada uno.




Al llegar al aeropuerto es necesario sellar el pasaporte con el DAS, si piensas salir del país, pues más tarde al solicitar el permiso con la Policía Federal te lo pedirá. Este trámite es gratuito y se hace dentro del aeropuerto.




A la salida del Aeropuerto te esperar cantidades de personas ofreciéndote hostales, hoteles, agencias de viajes, entre otros. Cabe resaltar que aunque Leticia es más pequeña que Tabatinga, es en la ciudad colombiana donde se siente más seguridad, más orden, más ambiente amigable y por supuesto más variedad de sitios por conocer.




Aunque ya había visitado Leticia un año atrás decidimos por hospedarnos en un “hotel” en Tabatinga, pensando en la cercanía del barco que salía al otro día (sábado).
En el aeropuerto de Leticia tomamos dos motos que regularmente cobran las carreras a tres mil pesos dentro de Leticia, sin embargo, por la cantidad de trámites que debíamos hacer, decidimos alquilarla por más tiempo, hay que negociar antes de subir a la moto para llegar a un acuerdo y que no te cobren más de lo debido .




El primer paso fue buscar el hotel, sin lugar a duda, Leticia es cinco estrellas comparado con la calidad de infraestructura hotelera de Tabatinga. Allí nos hospedamos en el Hotel Real, cerca al puerto de Tabatinga (Habitación doble 50 mil pesos colombianos), nada económico teniendo en cuenta la calidad del servicio; sin embargo, una cuadra más abajo (hacia el puerto) te ofrecen habitaciones a 30 mil por pareja. Entenderán la calidad de esta última.




Tabatinga es la ciudad de Brasil limítrofe con Leticia Colombia y Santa Rosa Perú, allí solo te hablan en Portugués pero aceptan la moneda colombiana para hacer transacciones como si fuera la moneda de Brasil- El Real, lo único moderno es la Avenida Principal, en donde encuentras bancos como el Banco do Brasil, Caixa y Bradesco, Discotecas como Scandalo que es la más popular en la triple frontera. Una carrera en moto individual te cobra 5 reales desde Tabatinga a Leticia, si vas en moto carro te cobran 3 mil por persona aproximadamente. Como no era nuestro caso, seguíamos en las motos que alquilamos en el aeropuerto.



Le pedimos a ellos que nos llevaran a la Policía Federal (Brasil) a sellar los pasaportes, no te ponen ningún problema, te advierten que solo son tres meses para quedarte en Brasil por que después te cobran una multa, creo que está alrededor de 800 Reales-800 mil pesos colombianos Aprox. Junto al pasaporte sellado, te dan un papel que debes conservar, casi siempre lo piden para realizar compras de tiquetes dentro de Brasil u otras transacciones que realices.




Al salir de la Policía de Brasil, continuamos con nuestras diligencias, teníamos que cambiar de pesos colombianos a reales. Hay varias casas de cambio y personas que se dedican a ello y se encuentran a lo largo de la avenida que va hacia el puerto de Leticia; es la zona más conocida y confiable que existe allí. El Real en esos días presentaba una gran variación, la moneda se estaba recuperando; sin embargo, en la mayoría de puestos donde cambiaban, pagaban el peso colombiano casi al mismo valor del Real.




Conseguimos a alguien que nos pagara más por nuestros pesos; por cada $990 pesos nos daban un real; así por 5 millones de pesos nos ganamos 50 mil pesos. Esto depende en la época del año en que vayas pero se puede negociar con ellos también, por lo regular, siempre por mil pesos colombianos te dan un (1) Real.




Al terminar con estas tareas pagamos el servicio de motos (10 mil por cada uno, teniendo en cuenta el recorrido del aeropuerto al hotel, del hotel a sellar el pasaporte y de allí a hacer el cambio de moneda en Leticia, salió económico), los moto taxistas son muy amigables y casi siempre te colaboran, por ello casi siempre te esperan para que puedas hacer los trámites con seguridad. Algo para tener en cuenta es que Tabatinga siempre va a tener una hora más que la de Leticia, así que al momento de hacer sus diligencias, recordar que en Tabatinga Brasil cierran más temprano los establecimientos, como el banco por ejemplo.






Decidimos quedarnos un rato más en Leticia, comer allí es mejor, la comida se ve más apetitosa y limpia. Tomamos el número telefónico del moto taxista por si en algún momento necesitábamos de él, como ir a comprar los tiquetes del barco por ejemplo.




Fuimos a comer algo en un restaurante del centro de Leticia; seis mil pesos es el costo del plato de un menú corriente que incluye sopa de plátano, arroz, pirarucú (pescado de rio más grande del mundo), ensalada, puré de papa y jugo.
Dimos un recorrido por la ciudad, allí confirmamos que en Leticia puede salir más económico un Hotel y con mucha pero mucha más tranquilidad y confort que los de la ciudad carioca.




Decidimos ir a comprar los tiquetes del barco, así que llamamos al moto-taxista para que nos acompañara a hacer este trámite. Al llegar al puerto en Tabatinga observamos nuestra casa en el Rio Amazonas, el Voyager III, lo estaban cargando de mercancía para transportar a los pueblos ribereños y así mismo preparándolo para este viaje de cuatro (4) días.




No encontramos a la persona que vendía los tiquetes ni al capitán del barco, así que tocó madrugar al día siguiente para adquirir los pasajes, a las 4 de la tarde hora de Tabatinga del día sábado partía este barco.




Antes de regresar al Hotel, compramos unas sandalias, y averiguamos las hamacas para poder dormir en el barco; en el comercio del puerto de Tabatinga hay mayor cantidad de vendedores peruanos, inclusive es más fácil negociar con ellos, pues los de Brasil casi nunca hacen rebajas.
Compramos las Sandalias de mejor calidad que habían por 30 Reales, aunque hay más económicas, como las Ipanema; al igual, compramos las hamacas de regular calidad por 25 Reales cada una más la soga para amarrarlas por cuatro (4) Reales.




Salimos por la noche y fuimos a Leticia al bar Varzea, que se encuentra hacia la vía al aeropuerto; el lugar más tranquilo y relajante para escuchar música, lleno de tradición, historia y por supuesto buena caipirinha. Allí llegan muchos turistas, la música es buena y el lugar es algo rústico por lo que hace que sea más misterioso y acogedor. El valor de una caipirinha es de cuatro (4) mil pesos y de la cerveza de $ 3.000 a $3.500 pesos.




Ese día terminamos nuestro día con la buena música que arrullará nuestros sueños para seguir el camino hacia el país que pone a danzar el alma…