jueves, 6 de diciembre de 2012

Día primero, de Bogotá a Leticia- Tabatinga

Mi nombre Es Fabián Miguel Puerta, Comunicador Social y Periodista, oriundo de Supía Caldas, pero con varios años viviendo en la capital colombiana. Me aventuro a escribir poemas y ahora un nuevo reto, llegar a Rio de Janeiro en Brasil por Tierra, Agua y Aire con poco dinero.

Mañana 25 de Noviembre de 2011 saldré de Bogotá a Leticia en el vuelo de Aires (que fue el más económico- 175 mil pesos por persona, comprándolos con 8 días de anticipación) junto a mi novia a las 12:15 p.m. esperando llegar a las 2:15 a Leticia en el departamento del Amazonas colombiano.

Los días Bogotanos se han tornado lluviosos y fríos, por ello se convierte en una aventura sin salir del país, debido a que el cambio de clima nos puede afectar.

Mi idea de conocer Brasil, que entre almohadas sé que mis sueños me atacaron para que lo conociera, el presupuesto es poco y la imagen de su tierra me motivan a no olvidar que este era mi destino.

Les contaré cómo llegar, las personas y costumbres que encontremos en el camino, los precios, curiosidades, comidas y por supuesto, el paisaje que poco podrán describir mis palabras.

El recorrido a realizar:

Bogotá - Leticia 25 de Noviembre.
Leticia- Manaus (Barco)
Manaus- Rio de Janeiro (Avión)



miércoles, 5 de diciembre de 2012

Día dos TRÁMITES EN LETICIA Y TABATINGA.


Hemos llegamos a Leticia, al bajar del avión invitan a los residentes de la ciudad a entrar por una puerta que está más próxima al avión y a los turistas (como es mi caso) a pasar por la otra puerta, esto con el fin de cobrar el impuesto turístico que tiene un costo de 18 mil pesos colombianos, algunos se las ingenian para filtrarse por la primera, criterio de cada uno.




Al llegar al aeropuerto es necesario sellar el pasaporte con el DAS, si piensas salir del país, pues más tarde al solicitar el permiso con la Policía Federal te lo pedirá. Este trámite es gratuito y se hace dentro del aeropuerto.




A la salida del Aeropuerto te esperar cantidades de personas ofreciéndote hostales, hoteles, agencias de viajes, entre otros. Cabe resaltar que aunque Leticia es más pequeña que Tabatinga, es en la ciudad colombiana donde se siente más seguridad, más orden, más ambiente amigable y por supuesto más variedad de sitios por conocer.




Aunque ya había visitado Leticia un año atrás decidimos por hospedarnos en un “hotel” en Tabatinga, pensando en la cercanía del barco que salía al otro día (sábado).
En el aeropuerto de Leticia tomamos dos motos que regularmente cobran las carreras a tres mil pesos dentro de Leticia, sin embargo, por la cantidad de trámites que debíamos hacer, decidimos alquilarla por más tiempo, hay que negociar antes de subir a la moto para llegar a un acuerdo y que no te cobren más de lo debido .




El primer paso fue buscar el hotel, sin lugar a duda, Leticia es cinco estrellas comparado con la calidad de infraestructura hotelera de Tabatinga. Allí nos hospedamos en el Hotel Real, cerca al puerto de Tabatinga (Habitación doble 50 mil pesos colombianos), nada económico teniendo en cuenta la calidad del servicio; sin embargo, una cuadra más abajo (hacia el puerto) te ofrecen habitaciones a 30 mil por pareja. Entenderán la calidad de esta última.




Tabatinga es la ciudad de Brasil limítrofe con Leticia Colombia y Santa Rosa Perú, allí solo te hablan en Portugués pero aceptan la moneda colombiana para hacer transacciones como si fuera la moneda de Brasil- El Real, lo único moderno es la Avenida Principal, en donde encuentras bancos como el Banco do Brasil, Caixa y Bradesco, Discotecas como Scandalo que es la más popular en la triple frontera. Una carrera en moto individual te cobra 5 reales desde Tabatinga a Leticia, si vas en moto carro te cobran 3 mil por persona aproximadamente. Como no era nuestro caso, seguíamos en las motos que alquilamos en el aeropuerto.



Le pedimos a ellos que nos llevaran a la Policía Federal (Brasil) a sellar los pasaportes, no te ponen ningún problema, te advierten que solo son tres meses para quedarte en Brasil por que después te cobran una multa, creo que está alrededor de 800 Reales-800 mil pesos colombianos Aprox. Junto al pasaporte sellado, te dan un papel que debes conservar, casi siempre lo piden para realizar compras de tiquetes dentro de Brasil u otras transacciones que realices.




Al salir de la Policía de Brasil, continuamos con nuestras diligencias, teníamos que cambiar de pesos colombianos a reales. Hay varias casas de cambio y personas que se dedican a ello y se encuentran a lo largo de la avenida que va hacia el puerto de Leticia; es la zona más conocida y confiable que existe allí. El Real en esos días presentaba una gran variación, la moneda se estaba recuperando; sin embargo, en la mayoría de puestos donde cambiaban, pagaban el peso colombiano casi al mismo valor del Real.




Conseguimos a alguien que nos pagara más por nuestros pesos; por cada $990 pesos nos daban un real; así por 5 millones de pesos nos ganamos 50 mil pesos. Esto depende en la época del año en que vayas pero se puede negociar con ellos también, por lo regular, siempre por mil pesos colombianos te dan un (1) Real.




Al terminar con estas tareas pagamos el servicio de motos (10 mil por cada uno, teniendo en cuenta el recorrido del aeropuerto al hotel, del hotel a sellar el pasaporte y de allí a hacer el cambio de moneda en Leticia, salió económico), los moto taxistas son muy amigables y casi siempre te colaboran, por ello casi siempre te esperan para que puedas hacer los trámites con seguridad. Algo para tener en cuenta es que Tabatinga siempre va a tener una hora más que la de Leticia, así que al momento de hacer sus diligencias, recordar que en Tabatinga Brasil cierran más temprano los establecimientos, como el banco por ejemplo.






Decidimos quedarnos un rato más en Leticia, comer allí es mejor, la comida se ve más apetitosa y limpia. Tomamos el número telefónico del moto taxista por si en algún momento necesitábamos de él, como ir a comprar los tiquetes del barco por ejemplo.




Fuimos a comer algo en un restaurante del centro de Leticia; seis mil pesos es el costo del plato de un menú corriente que incluye sopa de plátano, arroz, pirarucú (pescado de rio más grande del mundo), ensalada, puré de papa y jugo.
Dimos un recorrido por la ciudad, allí confirmamos que en Leticia puede salir más económico un Hotel y con mucha pero mucha más tranquilidad y confort que los de la ciudad carioca.




Decidimos ir a comprar los tiquetes del barco, así que llamamos al moto-taxista para que nos acompañara a hacer este trámite. Al llegar al puerto en Tabatinga observamos nuestra casa en el Rio Amazonas, el Voyager III, lo estaban cargando de mercancía para transportar a los pueblos ribereños y así mismo preparándolo para este viaje de cuatro (4) días.




No encontramos a la persona que vendía los tiquetes ni al capitán del barco, así que tocó madrugar al día siguiente para adquirir los pasajes, a las 4 de la tarde hora de Tabatinga del día sábado partía este barco.




Antes de regresar al Hotel, compramos unas sandalias, y averiguamos las hamacas para poder dormir en el barco; en el comercio del puerto de Tabatinga hay mayor cantidad de vendedores peruanos, inclusive es más fácil negociar con ellos, pues los de Brasil casi nunca hacen rebajas.
Compramos las Sandalias de mejor calidad que habían por 30 Reales, aunque hay más económicas, como las Ipanema; al igual, compramos las hamacas de regular calidad por 25 Reales cada una más la soga para amarrarlas por cuatro (4) Reales.




Salimos por la noche y fuimos a Leticia al bar Varzea, que se encuentra hacia la vía al aeropuerto; el lugar más tranquilo y relajante para escuchar música, lleno de tradición, historia y por supuesto buena caipirinha. Allí llegan muchos turistas, la música es buena y el lugar es algo rústico por lo que hace que sea más misterioso y acogedor. El valor de una caipirinha es de cuatro (4) mil pesos y de la cerveza de $ 3.000 a $3.500 pesos.




Ese día terminamos nuestro día con la buena música que arrullará nuestros sueños para seguir el camino hacia el país que pone a danzar el alma…

lunes, 7 de noviembre de 2011

Tercer día- Comprar tiquetes del barco y primer día de viaje en el rio Amazonas- Solimoes.




Salimos muy temprano de casa, a eso de las ocho (8) de la mañana hora de Tabatinga ya estábamos en el barco para comprar los tiquetes, allí nos pidieron los pasaportes para hacer la reserva, 170 mil pesos fue el costo de cada pasaje, algunos dicen que si se compra con anticipación los pueden dejar por 150 mil cada uno. Para las personas que deseen cabinas independientes con baño y que quieran mayor seguridad y privacidad, estas tienen un costo de 400 a 450 reales por persona.


Hemos comprado los tiquetes más económicos, al hacerlo nos advierten que el barco sale a las 4:30 p.m. y es mejor llegar con anticipación para poder estar delante en la fila y adquirir buen espacio para armar las hamacas; así mismo, para la minuciosa requisa que hace la Policía Federal a todas las personas que embarcan.


Teniendo tiempo suficiente, decidimos ir al centro de Leticia a comer y para dar un paseo en moto; allí el alquiler es sencillo, y solo te cobran desde 5 mil pesos la hora, dependiendo del cilindraje que desees.


A las cuatro (4) de la tarde, hora de Tabatinga, estábamos en el hotel, lo que significa que ya íbamos tarde para tener un mejor lugar dentro del barco; como estábamos a pocos pasos del embarcadero, caminamos con nuestras maletas.


“Soldado avisado…” Muchas personas ya hacían fila, casi éramos los últimos en ella. Poco a poco la policía de Brasil revisaba el equipaje de todas las personas, muy detenidamente abrían cada maleta para encontrar droga; esto, sin antes haber hecho una inspección a todo el barco por casi una hora.


Al pasar este registro ingresamos al segundo piso del barco, este lugar es el más recomendado
de los dos que hay para dormir (tres en total), ya que el ruido de las maquinas no nos afecta tanto; sin embargo, estaba muy lleno. Mi novia y yo como pudimos y con la ayuda de un Brasileño, armamos las hamacas, con casi nada de espacio entre una y otra. Cerca de 27 hamacas por un lado, en el centro unas 25 y al otro costado unas 28, un total de 80 aproximados solo el segundo piso.






Los equipajes abajo de nuestras hamacas eran nuestra caja fuerte en ese momento; mis vecinos eran una fila de casi 15 haitianos y al otro costado un médico de Manaos junto a su hijo un tanto hiperactivo. En este piso se encontraba también el comando del barco y la zona de alimentación o comedor. Así mismo, también hay un comedor en el primer nivel; en el tercer nivel la zona de entretenimiento, bebidas y relajación, donde puedes tener un mayor contacto visual y sonoro con la grandeza del Amazonas.




Serían 4 días y casi 4 noches dentro del barco; salimos un sábado casi a las cinco y media de la tarde hora de Tabatinga y llegamos a Manaos el martes a las 8:00 de la noche hora de Tabatinga o Manaos.


Algunos contratiempos que pueden alterar el tiempo en el trayecto, el barco para en algunos pueblos ribereños lo que puede demorar el tiempo de estadía en los mismos, el barco se detiene a cualquier hora, en nuestro recorrido era habitual hacer paradas a las 2 de la mañana, como a las 11 de la mañana o 4 de la tarde. En cada lugar que paramos, se puede comprar frutas o alimentos que tienen algunos comerciantes del lugar; llevar sencillo o dinero exacto porque ellos casi no tienen cambio; algunas personas de estos pueblos también ingresan por que viajan hasta Manaos, lo que hace que el espacio se reduzca aún más dentro del barco.


Dentro del Barco Voyager III, teníamos baños en el segundo nivel alrededor de seis (6) para compartirlos entre todos los que utilizábamos hamaca (los de las cabinas individuales tenían el propio), el sanitario era casi pegado a la ducha, por si alguno quiere bañarse sentado –jajajaja. Lo ideal en este caso es bañarse primero, aunque el calor de la zona lo obliga a uno a bañarse continuamente a cualquier hora del día. El barco también posee una nevera grande con agua potable permanente y tres lavamanos para cepillarse los dientes; así mismo, en el barco hay varias tomas eléctricas que sirve para conectar nuestro cargador, algunos con entrada redonda que es común en Brasil o entrada plana utilizada en Colombia.


El tercer piso es más utilizado para relajarse, venden cerveza a 2.5 Reales y el aguardiente a 25 reales, los paquetes de papas a 2 reales y el agua a 1 real, innecesario si tenemos en cuenta que el agua potable de las neveras es gratis. En este nivel encontramos música permanente, mesa de billar pequeño, cafetería o bar, mirador extenso, televisor para ver películas o señal de los canales brasileños.


En el trayecto del barco invariablemente teníamos las tres comidas diarias, tipo bufet; las personas se servían la cantidad que deseaban, aunque casi siempre era arroz, pollo, pasta y fríjol; pocas veces carne y puré, acompañados con agua de sobremesa. Al desayuno café con leche y pan, siempre era el mismo.


Adelante les contaré como era la interacción con todos los viajeros y la estadía en el barco.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Trayecto en el barco, llegada a Manaos.

Después de un retraso de varias semanas retomo el blog…




En el barco hay tres horarios fijos para disfrutar de los alimentos de 7:00 am – 8:00 am el desayuno, de 11:00 a.m. a 12:30 el almuerzo y la comida de 5:00 p.m. a 6:00 p.m. Es importante ser puntuales porque después de ese horario no sirven más alimentos.

En el trayecto del barco, se puede encontrar con sus pensamientos y enfrentarlos, conectarse con la naturaleza, soñar, vivir y querer morir en la selva con el rio más caudaloso del mundo. Los delfines rosados y grises, te acompañan en casi todo el recorrido; aunque se pueden observar mejor en las paradas o puertos.

Se hacen paradas en algunos puertos, es necesario tener precaución en estos lugares; ya que muchas personas entran y salen del barco. Lo ideal es que si van acompañados, siempre quede alguien en la nave para que vigile el equipaje. En esas paradas, se pueden comprar frutas y productos de esos pueblos; es necesario llevar reales y lo más sencillo posible.



Como lo mencioné anteriormente, algunas personas salen de la embarcación y otros como nosotros que continuamos el viaje; sin embargo, muchas personas ingresan al mismo, por ello aprovechan cualquier espacio entre las hamacas para armar la de ellos; esto implica que el espacio se reduzca y obliga a reubicar el equipaje debajo de nosotros.

Todo lo que encontrará en este recorrido tiene un valor y experiencia única, el atardecer, amanecer, las llegadas a los puertos, el silencio del Amazonas y el verde que se mezcla con el azul del cielo y el dulce sanguíneo de nuestro planeta.

Muchos extranjeros comparten este viaje así como nosotros, una experiencia única, para algunos un destino incierto, otros un sueño cumplido. Entre un danés, sueco, ingles, estadounidense, español, algunos haitianos y en representación de Colombia nosotros dos y una cartagenera, pudimos compartir experiencias, ver la manera en que ellos perciben los diferentes territorios y la manera en que nosotros no apreciamos los nuestros.




viernes, 5 de noviembre de 2010

Después de un retraso de varias semanas retomo el blog…




En el barco hay tres horarios fijos para disfrutar de los alimentos de 7:00 am – 8:00 am el desayuno, de 11:00 a.m. a 12:30 el almuerzo y la comida de 5:00 p.m. a 6:00 p.m. Es importante ser puntuales porque después de ese horario no sirven más alimentos.


En el trayecto del barco, se puede encontrar con sus pensamientos y enfrentarlos, conectarse con la naturaleza, soñar, vivir y querer morir en la selva con el rio más caudaloso del mundo. Los delfines rosados y grises, te acompañan en casi todo el recorrido; aunque se pueden observar mejor en las paradas o puertos.




Se hacen paradas en algunos puertos, es necesario tener precaución en estos lugares; ya que muchas personas entran y salen del barco. Lo ideal es que si van acompañados, siempre quede alguien en la nave para que vigile el equipaje. En esas paradas, se pueden comprar frutas y productos de esos pueblos; es necesario llevar reales y lo más sencillo posible.


Como lo mencioné anteriormente, algunas personas salen de la embarcación y otros como nosotros que continuamos el viaje; sin embargo, muchas personas ingresan al mismo, por ello aprovechan cualquier espacio entre las hamacas para armar la de ellos; esto implica que el espacio se reduzca y obliga a reubicar el equipaje debajo de nosotros.




Todo lo que encontrará en este recorrido tiene un valor y experiencia única, el atardecer, amanecer, las llegadas a los puertos, el silencio del Amazonas y el verde que se mezcla con el azul del cielo y el dulce sanguíneo de nuestro planeta.





Muchos extranjeros comparten este viaje así como nosotros, una experiencia única, para algunos un destino incierto, otros un sueño cumplido. Entre un danés, sueco, ingles, estadounidense, español, algunos haitianos y en representación de Colombia nosotros dos y una cartagenera, pudimos compartir experiencias, ver la manera en que ellos perciben los diferentes territorios y la manera en que nosotros no apreciamos lo que tenemos.




jueves, 4 de noviembre de 2010

TRAYECTO FINAL.

Lamentablemente no había tenido la oportunidad de continuar con el blog,  en estos momentos y a pesar de pasar más de un año continuaré relatando mi experiencia que se ha extendido hasta Buenos Aires Argentina, que es donde me encuentro actualmente.

Como comentaba; la experiencia en el barco es única por la diversidad ecológica que puedes observar en las laderas del rio más caudaloso del mundo y además pulmón verde de nuestro planeta.
Llegamos a Manaos alrededor de las 8 de la noche del día martes; como ya era tarde, no estábamos preparados para buscar hotel. Aquí hay que aclarar que el muelle o puerto de los barcos queda en el centro de Manaos, lo que implica tener precaución para transitar por dicha zona sobretodo en horas de la noche. Decidimos entonces pedir permiso al capitán y trabajadores del barco para que nos dejaran quedar dentro de éste para dormir y poder pasar la noche; en ese momento era mucho más seguro que buscar hospedaje a esa hora.

Al día siguiente decidimos salir en busca del hotel, no sin antes apreciar como los delfines jugaban al lado de nuestra embarcación. Es algo que para nuestra lógica citadina no es tan real.
Ese día decidimos salir temprano para tener tiempo de buscar algún lugar donde pudiéramos dejar nuestras maletas y así tener tiempo de tomarnos algunas fotos y comprar los tiquetes aéreos que nos llevara hasta Rio de Janeiro.

Nos unimos con los el grupo de extranjeros (el español, el estadounidense, el danés y nosotros dos colombianos), para dejar las maletas en un solo lugar. Al salir del embarcadero, tomas a mano derecha y subes en dirección al centro, cinco cuadras aproximadas fueron necesarias caminar para encontrar el primer hotel. En este lugar se pagaba aproximadamente 80 mil pesos colombianos por persona. Cómo uno de los extranjeros se iba hospedar, aprovechamos y dejamos nuestras maletas con él. (Recuerden que ya deben llevar sólo Reales para pagar en este lugar).

Manaos es una ciudad intermedia con 1.862.000 habitantes, comercialmente una de las más importantes de Brasil; ya que muchas de sus importaciones, producción y distribución agrícola y pesquera provienen de dicho lugar.

En el momento que lo visitamos pudimos ver pocos lugares turísticos como el Teatro Amazonas y la Iglesia de San Sebastián; no pudimos observar el estadio, ya que estaba en reconstrucción por ser una de las Sedes para el Mundial 2014.

El Clima está alrededor de los 29 grados, al momento que nos encontrábamos en la capital del Amazonas nos encontramos con una sensación térmica a los 35 grados aproximadamente.
Recorrimos el centro y es muy similar a San Victorino en Bogotá o por la zona de “El Hueco” en Medellín combinado con las galerías que encontramos en casi todos los pueblos de Colombia, con la única diferencia que se habla en su totalidad en portugués y pocas veces te entienden lo que dices. Otra recomendación, un comerciante brasileño casi nunca reduce el precio de lo que tiene publicado; menos si eres extranjero, aunque hay casos como el mío en que la constancia da sus frutos jajajaj.

Todo el día recorrimos la ciudad, compramos nuestros pasajes por Azul, que es una de las Aerolíneas más económicas en Brasil, encuentras también Voe Gol y Tam, entre otras. El pasaje nos costó alrededor de 700 mil pesos colombianos (700 reales los dos pasajes), algunas veces sacan promociones donde te sale por menos de la mitad, por ello es importante comprarlo con anticipación; sin embargo, nosotros no lo hicimos porque no sabíamos con exactitud el día de llegada.

Nos despedimos entonces de nuestros amigos extranjeros, algunos continuaban su travesía por el río hasta Belém en el estado de Pará donde el Amazonas se une con el océano Atlántico. Algunos hacen toda la travesía desde Iquitos en Perú, pasando por Leticia hasta llegar a la Ciudad de Belén donde desemboca el Rio Amazonas; según relatos, todo el trayecto tarda un poco más de ocho días.
El amigo español tomó avión hasta Sao Luis de Maranhao, allí continuaba en bus su viaje hasta Recife donde se encontraba con su amada brasileña. Aclaro que él lo hizo porque quería conocer esa parte del litoral atlántico brasileño, donde están los arraigos culturales más marcados, su música, el mestizaje, la cultura y el sabor propio del pueblo colonizado por portugueses están allí. Dato importante: para un brasileño el carnaval más grade es el de Salvador de Bahía y no el de Rio de Janeiro.

En un futuro pienso realizar ese mismo viaje desde Belém hasta Rio de Janeiro en bus por toda la costa Atlántica, mientras tanto voy nutriendo mis nalgas para soportar dicho viaje.
Decidimos entonces abordar el vuelo de Azul cerca de la media noche hora de Manaos, que tiene una diferencia horaria con Rio de 2 horas en horario de verano y en invierno es de una hora. Brasil por ser tan extenso tiene diferente zonas horarias.




Llegamos a Rio de Janeiro alrededor de las 6 de la mañana, lo más maravilloso fue cuando el avión en el que viajábamos pasó extremadamente cerca del Cristo Corcovado, tal cual como se ve en las películas. No lo podía creer, el sueño y lo que tantas veces veía imposible cuando niño, lo tenía ante mis ojos… Se había cumplido y mis lágrimas brotaron en honor al sacrificio que había tenido para lograrlo.
Llegamos al Aeropuerto Santos Dumont, que se encuentra dentro de la Ciudad de Rio de Janeiro (Aquí podes tomar buses para toda la ciudad, ya que está cercano al barrio de Flamengo y al centro de la ciudad carioca), es el Aeropuerto local; mientras que es Galeao es el internacional y si no conoces muy bien el idioma ni el lugar es mejor tomar taxi, ya que este último se encuentra en un municipio metropolitano de Rio de Janeiro.



Hemos llegado y a pesar del cansancio, aún tenemos fuerzas para reír, llorar,  y dar gracias por cumplir la meta y llegar a la Cidade Maravilhosa.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

CAPÍTULO ARGENTINA- BUENOS AIRES

Actualmente me encuentro en Buenos Aires, después de de vivir 8 meses en Brasil. Recuerden que el tiempo permitido es de 3 meses y con renovación a otros tres meses (6 meses en total), aunque tengo entendido que las normas han cambiado siendo mucho más flexibles para los colombianos; en ese momento si no definías tu situación dentro del país como estudiar o sacar visa de trabajo entre otras, deberás pagar una multa diaria de 8 (ocho) reales, 8 mil pesos colombianos aproximadamente. Después de vivir en esta ciudad decidí viajar a la metrópoli argentina debido al plazo de mi tiempo en Brasil, igual hice la solicitud en algunas universidades para hacer una Maestría en Relaciones Internacionales. Después contaré esa historia, pero está próxima a volverse una realidad.

Así mismo, conocí ciudades como Sao Pablo, Foz de Iguazú (Frontera con Paraguay y Argentina, donde se encuentran las Cataratas de Iguaçú; donde además tuve la oportunidad de ir hasta Ciudad del Este Paraguay y Posadas (Misiones) en La Argentina y así conocer parte de este territorio). Este recorrido lo hice desde Rio de Janeiro hasta Foz en Bus y me tardé un día en llegar, me regresé en avión.

En otro momento les contaré mi llegada a Buenos Aires, lo que conozco de la ciudad porteña y los lugares que he conocido dentro de este gran país como Rosario, Córdoba, La Plata, Mar del Plata; así como parte de la Patagonia (Viedma, Carmen de Patagones, Bahía Blanca) donde hicimos recorrido en tren desde Buenos Aires, 18 horas aproximadas). Desde Viedma también puedes hacer el recorrido en tren hasta Bariloche.

Por el momento me quedo aquí, donde trabajo y donde espero seguir soñando y así poder comentarles a ustedes lo maravilloso de no tener fronteras.

Si quieren ver más fotos, agréguenme al Facebook: fabianpuerta o buscando Fabián Miguel Puerta Sánchez;  Twitter: fabianpuerta

Nueva Página personal www.fabianpuerta.com

Mil gracias por su solicitud de completar el blog y espero poder ayudarles en lo que pueda.